miércoles, 26 de octubre de 2011

PROTEGER, AVISAR, SOCORRER

Estas palabras, tan bien conocidas por los que se dedican a las emergencias y a los primeros auxilios, deben aplicarse tambien a los profesionales sanitarios.
La mayoría de los profesionales transmiten su interés por ayudar a sus pacientes, y no solo de ejercer una profesión. como decimos jocosamente de algunos de nuestros compañeros especialistas, "salvar vidas".
Pero hasta que punto somos conscientes de los riesgos que suponen para nosotros los propios pacientes. Yo, sinceramente no creo que mucho. Yo, que me dedico a eso, a la protección de la salud de los trabajadores sanitarios en un hospital, creo que no nos damos verdadera cuenta de las enfermedades que pueden transmitirnos los pacientes.
La prueba, para mi, son las encuestas realizadas en los comienzos de la pandemia de la gripe sobre el número de profesionales que no acudiría a su puesto de trabajo en caso de pandemia potencialmente mortal. Como en aquel entonces sí había miedo (no discutiré ahora lo real de dicho miedo ni su origen ni sus consecuencias) su resultado fue que muchos dejaríoan de acudir a sus puestos de trabajo.
No quiero con ésto poner en duda ni la profesionalidad ni el valor ni la vocación de todos nosotros. Somos, ni más ni menos, personas, con los mismos sentimientos, defectos y virtudes de todos.
En toda Europa hay un incremento de casos de sarampion. La tuberculosis es una enfermedad relativamente frecuente en algunos pacientes que acuden al hospital. Los cirujanos se pinchan ocasionalmente en las operaciones. las enfermeras se pinchan al sacar sangre. El personal de limpieza que arregla los boxes de urgencias puede contaminarse con bacilos tuberculosos. Los pediatras pueden coger las paperas.
La comprobación de las vacunas del calendario vacunal. La vacunación de aquellas enfermedades de las que pueda protegerse. La realización periódica de mantoux en profesionales expuestos. La utilización correcta de dispositivos de bioseguridad. Las técnicas correctas de movilización de pacientes. Y tantas medidas más ayudarán a que el noble propósito de ayudar a nuestros semejantes no suponga un riesgo para todos nosotros.

Visto desde el otro lado...


sábado, 29 de enero de 2011

ACOSO Y FALSEDAD

El acoso en el trabajo existe. Lo he visto, he conocido victimas. No tengo duda. Trabajadores a los que se les vacia de contenido su trabajo, a los que se ignora, a los que se les quita teléfono, ordenador y tareas para que se desesperen y se vayan del trabajo sin necesidad de despedirles. A los que se humilla en público, se les insulta, se les agobia. De los que se sacan rumores ofensivos.
Todo esto existe, y muchas veces es difícil de probar, por falta de pruebas o porque los testigos se callan por miedo o complicidad.
Pero por eso mismo, por lo dificil que es demostrar que existe acoso, es difícil demostrar cuando no existe.
A los médicos se nos enseña desde los primeros años de carrera que los sintomas y respuestas que nos dan los pacientes deben plasmarse como lo que son: palabras que se nos dicen. Siempre, SIEMPRE, ponemos en la historia clínica delante de los que nos dice un paciente "refiere".
Siempre no.
Además de las veces en las que nos equivocamos, se nos olvida, en algunos casos de acoso yo he visto en más de una ocasión plasmar por escrito, incluso firmado y sellado, lo dicho por el paciente como real y cierto.
Poner como diagnóstico de una baja "acoso laboral" además de no poner un diagnóstico médico que sería "estres post-traumático", "sindrome adaptativo", etc. certificamos como cierto lo que solamente conocemos por la versión de nuestro paciente.
Cuando un paciente nos cuenta todas esas cosas que se le hacen a un acosado, y le vemos afectado gravemente en su salud, se despierta en nosotros una empatía incluso mayor que en cualquier otra patología. Porque se lo esta haciendo, aparentemente, otra persona. Y porque pensamos que podríamos hacer algo. Pararlo.
Imaginemos que, además, esto le ocurre a un médico. El que viene a nosotros y cuenta que esta siendo acosado es un médico.
Ahora imaginemos que no es verdad. Que las circunstancias del trabajo del paciente, que desconocemos, son otras. Que no se le hace lo que cuenta. Que no es tan buen trabajador como pretende.
Pero nos lo dice. Se lo cuenta a sus amigos, a su familia. escribe cartas a los jefes de sus jefes. Conoce a gente de un partido político y lo cuenta en todos lados.
¿Cómo se demuestra que no es verdad?

domingo, 23 de enero de 2011

Musica y trabajo


Le daba vueltas a la relación entre la música y el trabajo. Soy de los que les gusta trabajar con música de fondo. De los que les gusta ir silbando por los pasillos (sin molestar). De los que les gusta el ambiente de un lugar de trabajo con música suave.
Si, ya sé: los expertos en mercadotecnia lo tienen estudiado para que compremos mas....
Evidentemente, depende de cada uno. Hay personas a las que les ayuda a concentrarse y otras a las que les distrae. "Contra gustos..." (sic).

Quizá el origen de la relación entre la música y el trabajo fueron las canciones de trabajo, música que entonan trabajadores, marineros, esclavos para amenizar su dura vida, para llorar, para quejarse. Recogedores de algodón del sur de los EEUU en época de la esclavitud. Remeros de barcazas.

En España se conocen las "Manchegas", y probablemente decenas de otras músicas. Canciones de labriegos trasladándose hacia o desde los campos de labranza.

Dicen que las gallinas ponen más huevos si se les pone música. ¿Preferirán a Alejandro Sanz o a Mahler?

Dicen que las plantas crecen más si se les habla y se les pone música.

La música amansa las fieras. La música hace que evites distracciones. La música, bien elegida, relaja, o estimula, o centra.



Aunque como casi todo, cada uno sabe, o descubre, si le sirve.

Esta me cuesta más ponerla...



sábado, 22 de enero de 2011

Hola, olita


En Diciembre de 2005 empecé así la primera de mis entradas en mi primer Blog. Todavía sirve hoy.


Hola. Bienvenido si me lees. Me he animado, aunque me ha costado. Quiero dar un punto de vista, otro punto de vista, desde el servicio médico de una empresa. Los médicos de hospital y los de ambulatorio tienen un punto de vista que creen único sobre los "pacientes". Yo lo tengo sobre los trabajadores, enfermos y sanos. Con sus problemas, no solo cuando están de baja o necesitan medicinas.

Claro, que soy un asqueroso capitalista interesado porque llevo corbata, y los que no la llevan creen que corbata=dinero. ¡Ojalá! Además hablo de dinero porque creo que los recursos son limitados. Todos, y entre ellos el trabajo.

¿Me ayudáis? ¿Confrontamos opiniones?

No me insultes. Opina lo que quieras. Dime cómo lo ves.

Rafa

domingo, 16 de enero de 2011

¿PERO DE VERDAD QUEREMOS CONCILIAR?


Estaría muy bien que nos dejaran salir antes para la función de la niña pequeña. Que pudieramos ajustar nuestro horario, llegando más tarde, o saliendo antes, y luego poder compensarlo. De hecho hay empresas en las que se puede. No tantas como salen en los suplementos salmón de los diarios los domingos, pero existen. Empresas en las que lo importante son los resultados y no "echar horas". En las que puedes ajustar tus horarios con tal de realizar tu trabajo.

Pero, ¿de verdad queremos hacerlo? Cada uno lo sabe en su interior.

¿Cuantos se quedan en el trabajo hasta tarde brujuleando por las mesas y despachos de los compañeros? ¿Cuantos se van todas, o casi todas las tardes, a tomar una cerveza con los compañeros? ¿Y cuantos de ellos tienen familias, hijos, pero no quieren llegar pronto para no tener que bañarles, cenarles, atenderles?






Es cierto que hay empresas, muchas, en las que se premia el "presentismo" (lo contrario del absentismo). En las que lo que importa es estar el horario establecido. Pero hay trabajadores, muchos, que eso es todo lo que hacen.

Un buen clima laboral, que favorezca la productividad de las empresas, no lo olvidemos, razón de ser de las mismas, se consigue con personas satisfechas, ilusionadas, entusiastas. No con apoltronados, cumplidores de horarios, conformistas, que los hay, ¿verdad?

sábado, 15 de enero de 2011

CONCILIACIÓN (PRESUNTA)... Y 2

Hay empresas que concilian. Estoy seguro aunque de las que me hablan, sé con certeza que varias que tienen fama de ello no concilian: hacen como que concilian. Incluso venden que concilian.
Un ejemplo es un negocio que ha florecido entre las grandes empresas: servicios proporcionados por terceros para ayudar a conciliar. Se trata, en resumen, de solucionar, o ayudar a solucionar, pequeños problemas de la vida diaria a través de empresas concertadas.

¿Necesitas buscar fontanero? ¿Que tu coche pase la ITV? ¿Buscar ayuda en casa? Llevar al tinte la ropa? No te preocupes. Tu empresa ha concertado esos servicios con alguien que te lo soluciona.

Claro, que a esa empresa la ha elegido tu empresa. Que le da negocio. ¿Ganará algo tu empresa contigo?

Claro, que lo que de verdad consiguen es que no salgas del trabajo para nada. ¿Es una verdadera ayuda?
Un amigo que trabajaba en una multinacional me decía que su mujer le preguntaba si le pondrían un sustituto para acostarse con ella cuando él se quedara hasta las 12 de la noche.
¿Es eso conciliar?

jueves, 13 de enero de 2011

CONCILIACION (PRESUNTA) DE LA VIDA LABORAL Y FAMILIAR

He trabajado muchos años en empresas privadas. Principalmente grandes empresas, pero tambien pequeñas. Y quiero compartir algunas experiencias contigo. Creo que conozco el mundo de la empresa. El de "calle", pero también el de la alta dirección. He vivido, compartido, incluso he sido responsable de decisiones empresariales de dirección de personas y de utilización de grandes presupuestos. He sido complice de malas decisiones. En alguna ocasión incluso, he podido colaborar a la toma de buenas decisiones,...
En general no tengo buena opinión de ese mundo. Lo confieso. Pero lo iré contando con hechos, historias, sucedidos, impresiones de lo que he visto.
"He visto coss que vosotros no creeríais..." (Blade Runner).
Empezaré por lo que yo llamo la "Conciliación presunta de la vida laboral y familiar".
En mi opinión es un mito. Como el de los cocodrilos en las alcantarillas de Nueva York.
Por supuesto generalizo, basandome en lo que he conocido por mí y por amigos, familiares, conocidos.
Las empresas tienen que ganar dinero. Es su objetivo. Y no tengo nada que discutir. Pero por ello mismo, cuando oigo, y lo hago muchas veces, decir a alguien "¿cómo pueden portarse así conmigo después de tanto años de trabajar duro? Pôrque las empresas no tienen alma. Y los responsables de las empresas tampoco. Porque ellos lo tienen claro. Ha sido un acuerdo comercial el tiempo que ha durado. Y cuando no se es necesario, no influyen los sentimientos, los antecedentes, la historia. Son solo negocios.

Y por lo mismo, la empresa no puede tener en cuenta tus necesidades personales. Que tengas que llegar a casa pronto a ver a tus hijos. Que haya la función de Navidad del colegio, siempre en horario laboral.
Pide horas de tus vacaciones. Tomate horas de libre disposición. No pidas conciliación, no pidas un favor. Estas en el trabajo, no entre amigos.
¿Te suena? ¿Exagero?