Antes de la aprobaión de la anterior Ley sobre el tabaco participé en reuniones y foros para su elaboración, incluso en el Ministerio de Sanidad.
En mi opinión, como Médico dedicado a la salud de los trabajadores, es inaceptable que éstos estén expuestos al humo del tabaco. Las leyes dedicadas a la protección de los trabajadores de los riesgos presentes en el lugar de trabajo lo impedían, pero, como ocurre en otros ámbitos, nunca se aplicó ni nadie, ni siquiera los sindicatos, exigieron su aplicación.
En resumen, se trata de que los trabajadores no pueden estar expuestos a sustancias tóxicas. El plomo, el sílice, el formol, y cientos de sustancias más, que no se tienen por qué detallar explicitamente, entran en esa categoría.
Si está demostrado que el humo del tabaco, aunque sea ambiental, es nocivo, ningún trabajador, incluídos los camareros de bares o discotecas, podría estar expuesto al tabaco.
Ello habría evitado hacer ninguna Ley "ad hoc". Y además tendría la ventaja de basarse en la protección de la salud de los trabajadores.
Se optó por hacer una Ley incompleta, parcial, que se ha tenido que modificar ahora. Para llegar a lo mismo. Por cobardía, por presiones, por vete a saber qué.
Bienvenida sea la Ley. Aunque los fumadores tengamos que salirnos de los locales, las salas, los bares.
